En junio del año 2004 el periódico El Día anunciaba en primera página una gran mentira: el puerto de Granadilla sería una infraestructura decisiva para el desarrollo económico social de la isla y crearía ¡20.000! puestos de trabajo. A los que en su momento nos oponíamos a esa obra por innecesaria, además de inviable, nos acusaban de “obstaculizar la actividad económica, el crecimiento productivo y el desarrollo social, principalmente de Tenerife.”
