El empresario Antonio Plasencia ha aportado a lo largo de su dilatada vida muchas cosas a Canarias, no solo con los hoyos de Güímar, también ha contribuido, y creando escuela, a enriquecer el lenguaje político y periodístico de las islas con sus descalificaciones, juicios de intenciones y burdas mentiras. Condenado y encarcelado por corrupción y graves atentados contra el medio ambiente, ahora sus discursos los escriben otros. Resulta hasta cierto punto comprensible que la persona que designó como sucesor al frente de la federación de constructores de Tenerife, Oscar Izquierdo, repita en sus semanales artículos en la prensa local, el mismo tipo de argumentario, que no argumentos, que popularizó su jefe. El más recurrido para descalificar a los que nos oponemos sus propuestas depredadoras y antisociales es que vienen de los que dicen “no a todo” y por ello están en contra del progreso y de la creación de empleo; somos los que anteponemos la conservación de unos escarabajos a sus políticas de construcción de grandes obras públicas. Estos discursos tanto valen para promover la urbanización de la playa de Las Teresitas, la construcción de puertos como el de Granadilla, pedir la trenes en la isla o para seguir construyendo más y más carreteras. El colmo del dislate es que algunos, como el presidente de Fepeco, dicen, por supuesto sin prueba alguna, que los opositores a que se siga machacando el territorio insular estamos comprados por “el oro canarión”.

Lo que resulta menos comprensible, aunque conociendo su trayectoria es explicable, es que el periodista Francisco Pomares también haga de amanuense de Antonio Plasencia. En su artículo titulado Fonsalía y publicado el 2 de agosto por el periódico El Día, es un claro ejemplo en que las tradicionales descalificaciones sustituyen a los argumentos y ocultan los hechos. Comienza con una falsedad afirmando que los responsables políticos hacen dejación de sus obligaciones como cargos públicos porque sus decisiones “tienen muy poco peso frente al efecto combinado de las burocracias y el ruido de las de las asociaciones del No a todo”. Vamos por partes; señor Pomares, los responsables de las instituciones públicas elegidos democráticamente son los que tienen que tomar las decisiones, ellos son los responsables de lo que usted llama “burocracias” es decir de la administración. En cuanto a las asociaciones que usted denomina como las del No a todo, entre las que supongo que incluye a ATAN, no decidimos nada ni chantajeamos a nadie, simplemente exponemos argumentos basados en los estudios científicos que demuestran que el proyectado puerto de Fonsalía sería una catástrofe ambiental. ¿Puede usted, o los políticos que cita, aportar algún trabajo científico que diga lo contrario? Dice usted que Fomento y Medio Ambiente ponen “pegas”, pero ¿qué entiende usted por “pegas”? que se sepa los ministerios hacen estudios e informes razonados, si ponen “pegas” seríamos los primeros en denunciar esta manera inapropiada de actuar.

Vaya trío de políticos los que avalan el puerto de Fonsalía: uno es el cacique de La Gomera, basta recordar su actuación con el caso de la embotelladora de Taguluche para conocer cual es su respeto al medio ambiente y a los vecinos, el dos es el alcalde de Arona que preside uno de los ayuntamientos con más casos de corrupción de la isla, y tel trío lo completa el presidente del Cabildo que demostró su ignorancia cuando afirmó que Fonsalía sería beneficiosa para el medio ambiente en contra de lo que afirman los científicos. Señor Pomares los contribuyentes tenemos derecho a oponernos a una obra cuya única justificación pública es la certeza que tienen estos tres políticos de ser beneficiosa y esa creencia, es obvio, no sustituye a los informes técnico y científicos. La prueba está en que son los mismos argumentos” que utilizaron los panegiristas del puerto de Granadilla y sus consecuencias están a la vista de todos: un puerto inútil sin barcos ni trabajadores, ¿dónde están los miles de puestos de trabajo prometidos por sus defensores? Qué barbaridades se pueden escribir, señor Pomares, según usted si se construye el puerto de Fonsalía ¡los turistas se quedaran muchos más días en la Gomera! Es usted un genio de la demagogia y un aventajado discípulo del delincuente Antonio Plasencia.

Atan, cuando se proyectó la playa de Las Vistas, denunció que si se hacía como estaba previsto implicaba dejar sin una conexión adecuada al puerto de Los Cristianos, también en este caso nos dijeron que estábamos en contra del progreso se la isla, pero la realidad es tozuda y el puerto de Los Cristianos no está colapsado, solo lo están sus accesos y es por culpa de los gestores políticos.

Espero, señor Pomares, que si va a ser profesor de la escuela de periodismo no lo encarguen de impartir ética periodista o explicar lo que es la deontología profesional a sus alumnos, es evidente que no es lo suyo.

Eustaquio Villalba Moreno
Portavoz de Atan

 

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