A Pedro Millán, Director Insular del Medio Natural del Cabildo, más conocido en las redes como el capo del Medio Ambiente, no le gustan las asociaciones conservacionistas. A él lo que le gusta es controlar los espacios naturales de la isla para convertirlos en parques temáticos, jardines de recreo para los turistas, canchas para practicar actividades de riesgo o en lugares apropiados para que “youtubers” e “influencers” se hagan “selfies” y puedan presumir en las redes de sus hazañas por los espacios protegidos.
La restauración y conservación de los espacios naturales no está en las prioridades de este montañero y profesional de la política; eso quedó claro con el caso del “influencer” conocido como TheGrefg cuando le acompañó en su polémica subida al Teide. Ahora, este profesional de la política ha emprendido una campaña para deshacerse de la presencia de las asociaciones que tienen como fin la conservación de la naturaleza en los distintos Patronatos en los que, por ley, tenemos presencia. La normativa les reserva normalmente uno o dos puestos en estos organismos de representación social, al considerar que tienen un papel importante en la conservación, pero esto supone un problema para el modelo de desarrollo que promueven las instituciones y, en particular, para el capo del medio ambiente: una china en el zapato.
El plan que ha diseñado el Director del Medio Natural del Cabildo consiste en presentar, cuando haya elecciones en los distintos patronatos, a asociaciones deportivas, en concreto las de montañeros, y desplazar a los conservacionistas. La excusa es que estas asociaciones también incluyen en sus estatutos la conservación del medio ambiente, pero eso no deja de ser una interpretación torticera de la normativa, pues ésta se refiere a asociaciones que tengan como fin luchar por mantener y mejorar el patrimonio natural. Lógicamente, conservar el medio ambiente está en los estatutos de muchas asociaciones, y no solo deportivas; es frecuente encontrarlo en las normativas que regulan las de otro tipo, como las de vecinos, de amas/os de casa, sindicatos, antiguos alumnos o las de usuarios de bibliotecas públicas, pero eso no las hace intercambiables con las conservacionistas en los patronatos de los espacios naturales.
Como es lógico, el objetivo prioritario de cualquier asociación deportiva, como la de los montañeros, es promover y defender la práctica de su deporte. No fueron creadas para luchar por el Medio Ambiente, aunque, afortunadamente, la conservación del patrimonio natural sea un hecho transversal que afecta a toda la sociedad, pero cada uno a lo suyo. La prueba incontestable es que estas asociaciones de montañeros no figuran, ni han estado presentes, en las reivindicaciones ecologistas; es normal, no es su objetivo. Tampoco lo es para Pedro Millán, el capo del Medio Ambiente.
Eustaquio Villalba Moreno
Portavoz de Atan
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